domingo, 10 de julio de 2011

Valet Parking Nocturno

Por: Stalin Colqui Girón


Los sesenta soles que gana al día, él los considera muy buenos. Sobre todo si sabe que lo hizo con poco esfuerzo, algunas horas de sueño perdidas y sin carrera técnica alguna. Luis Canales Orbegoso es el único trabajador que se dedica a cuidar vehículos en las noche victorianas.

La noche es su acompañante perfecta, sino que lo digan sus clientes que nunca tuvieron queja alguna al dejar a su cuidado sus ‘cañas’. Algunos clientes ‘exclusivos’ le firman algo parecido a un contrato, para guardar sitio durante toda la semana. Otros solo lo necesitan por una noche.

“Hey, Luchin. ¿Dónde estaciono mi ‘caña’?” les dicen sus clientes con más de diez años de confianza. “Allí, atrás del Tico rojo” responde el ‘ñangon’, así como lo llaman sus amigos de años.

Seis soles la noche, 24 por toda la semana es su promoción. La Municipalidad no puede cobrarle algún pago tributario, pues los trabajadores municipales hacen esta tarea durante el día, ellos cobran por el trabajo no por el uso del espacio. Para muchos el horario de 10 pm a 7 am. es ‘matador’. Para él no, incluso prefiere decir que este es su mejor ‘chamba’.

‘Luchin’, como lo llaman, se la lleva ‘fácil’. Su lugar de estacionamiento son los alrededores del parque Unión Panamericana, en La Victoria. El negocio tiene dos generaciones. Él y su padre, quien en el pasado hizo el mismo trabajo, solo que en aquel tiempo la demanda fue baja. Canales tiene cerca de quince años en esta labor, su único objetivo es dejar la mejor herencia a su hijo, la educación.

Su figura de metro ochenta, postura recta, mirada fija para espantar a los ‘amigos del ajeno’, sus patillas blancas delatan sus 52 años y también el uso de tinte negro, piel morena que hace imposible notar las cicatrices de su pasado desagradable. Y su inseparable amigo, un fierro de 4 kilos que lo acompaña nocturnamente.

“La noche es mejor, no hay sol, no hay gente, es tranquila y lo mejor es que es entretenida pues casi nunca para solo, tengo amigos q me ayudan en esta ‘chamba’” añade Canales Orbegoso, expresa notoriamente aceptación por este oficio. Antes, lo hizo en las afueras de restaurantes de nombres reconocidos, pero hoy él siente que este es el mejor. La noche es su día.

Los fines de semana en su hogar, él no tiene horario de llegada. Su paradero es el bar que se encuentra a tres cuadras de su trabajo. “todo con responsabilidad y precaución” se refiere a los malos amigos que en más de una oportunidad lo despojaron de su sueldo.