domingo, 10 de julio de 2011

Mundo light

Por: Mirtha Atanacio


En la muy transitada pero segura, avenida universitaria. Para ser más exactos al frente de la Pontífice Universidad Católica del Perú (UPCP), se ubica una de las juguerias más visitadas por universitarios, trabajadores del Diario el Comercio y público en general. Con el único fin de disfrutar de la mejor ensalada de frutas, yogures  y sanguches del distrito de  San Miguel. Esa es la jugueria “Mundo Light”.

En esta jugueria se sirven al día por los menos 200 vasos de yogures, 150 ensaladas de frutas y más de 150 bebidas como refrescos o cualquier otro aperitivo. La dueña del local Doña Ester quien es la encargada de este local, menciona que nunca pensó que después de abrir un pequeño puesto en el año 2000, en su casa, con apenas una licuadora. Se haya convertido, ahora en  tres locales. Y estas con las ganancias mensuales pueda solventar los gastos totales de la familia.

Un día normal en estas cuatro paredes que tiene el aspecto de  un centro de relajación por  la música relajada y los colores tan armoniosos con las que está decorada comienza a partir de las 11:00am. Cuando Doña Ester, llega de su casa, en  Lince, Ha abrir otro día más uno de los 3 locales que tiene su familia en Lima.
“Estar en este local un día entero es realmente divertido. Pasan demasiadas cosas, entre raras y muy chistosas. La gente siente que el local es su propia casa nosotros no le decimos nada. Claro está mientras se porten bien. Conozco a todos mis clientes. Menciona, entre risas, Doña Ester.

Casi a los pocos minutos de abrir el local llega el primer consumidor del día.  Pide con voz, aun soñolienta, que le atendieran.  -por favor un vaso de jugo de papaya con un sanguche de pollo deshilachado- . Mientras iban preparando su pedido; el joven hace uso de la comodidad de aquel lugar. Por su actuar se deduce que es “caserito” por la forma en que se comporta. Pareciera que él asume que se encuentra en su propia casa. Se para frente al televisor y decide cambiar de canal a uno de deportes.  Al parecer es deportista y no lo digo solo porque llevaba una camiseta del Barcelona sino porque tenía un cuerpo atlético y una cantidad de llaveros de los mejores equipos del mundo; que llevaba  en su sarta de llaves delataban su debilidad.

Al atender a aquel joven, doña Esther sabe perfectamente las cucharadas de azúcar exactas que tiene que poner a si jugo porque este cliente –me cuenta- viene al local desde hace 4 años.es importante ante decir  desde que le detectaron que sufría de diabetes. Y que su ritmo cardiaco era acelerado.

Al rato hace su ingreso “triunfal” don Camilo un borrachito de inicio de semana. Así lo califican aquí porque cada lunes llega al local a tomarse un litro de jugo. Solo  podrá disminuir el dolor de cabeza que  le causo no noche de copas de licores y vasos de cerveza. Es muy gracioso verlo ahí sentado con toda la autoridad del mundo esperando que; por así decirlo doña Esther lo atienda como si fuera su esposa. O hasta mejor. Porque apenas se sienta se convierte en un niño. Con su forma de hablar de comportarse. Don camilo sí que sabe engreírse.

Es muy bonito saber que al lugar que  acudes con más frecuencia sepa tratarte bien y que uno sienta que la preferencia solo es para uno. Y eso lo sabe muy bien Estercita –como le dice la mayoría de sus clientes- su felicidad es ver como retorna la misma gente día con día. Es así, como ella se da cuenta que está haciendo bien su trabajo tanto en la preparación de sus jugos, como también en la atención que le brinda a sus clientes.